En el siglo XIX fue adquirida y habitada por Doña felicitas , hija de Don Benito Juárez, la Hacienda ha sido parte importante en la historia de México, además de estar catalogado como Patrimonio Cultural gracias a su conservación original e historia.
Quién ha estado en estado en este sitio podrá sentir la brisa perfumada, escuchara cantar a los apantles y experimentara cierta nostalgia, porque aquí se siente el paso de la vida,como cuando las velas se consumen como un anhelo.
Esta Hacienda no es un cúmulo de datos culturales o antropológicos, no es historia pasada ni antigua, es algo vivo que ofrece a los ojos y al corazón su belleza y vivencias.
El monumento callado ó balbuceante solo espera a que el espectador confiese su entrega , ya que la hermosura no puede sustraerse a los sentidos.